La eutanasia y la bioética
Hoy en día, existe un duro debate sobre la busca de lo ético en la práctica de las ramas de la biomedicina. Todas las personas tienen una fuerte opinión. En el blog de esta semana, voy a analizar ambos puntos de vista y la aplicación de la bioética en este campo.
En primer lugar, la eutanasia es la acción u omisión que permite, acelera o provoca la muerte de un paciente terminal o de un recién nacido con graves malformaciones, para evitar su sufrimiento.
Los principales argumentos que se emplean para promover la legalización de la eutanasia son:
- El derecho a la muerte digna, expresamente querida por quien padece sufrimientos atroces.
- El derecho de cada cual a disponer de su propia vida, en uso de su libertad, plenas facultades mentales y autonomía individual.
- La manifestación de solidaridad social que significa la eliminación de vidas sin sentido, que constituyen una carga para sus familiares y para la propia sociedad.
Obviamente, esto será defendido por aquellos enfermos terminales que quieren erradicar su sufrimiento. Por ejemplo, el físico Stephen Hawking apoya la eutanasia para este tipo de enfermos, pero señala que deberían existir mecanismos de control que permitan estar seguro de que el enfermo realmente quiere morir y de que no se le está presionando para tomar esta decisión.
Para otras personas, la eutanasia no es una forma de medicina, sino una forma de homicidio. Si la practica un médico, éste estará negando la medicina, ya que su razón de ser es: "la curación del enfermo en cualquier fase de su dolencia, la mitigación de sus dolores, y la ayuda a sobrellevar el trance supremo de la muerte cuando la curación no es posible."; por tanto la mayoría del colectivo médico rechaza también la eutanasia. Además, las personas con religiones como el cristianismos, también critican este tipo de técnicas debido a su rechazo por el suicidio y la condena que supone su práctica.
Bioéticamente hablando no es lo mismo morirse, o dejar mojar, que matar o ayudar a otros a matarse. Mientras que morirse es un hecho, dejar morir implica una conducta éticamente relevante, ya que el causar la muerte de alguien, implica una acción transitiva que busca matar, lo que siempre es inmoral por ser contraria a la ley natural y a los más elementales principios de la ética.
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